En el marco de las Olimpíadas
2012 en las que en poco tiempo los deportistas tienen que mostrar sus máximos
rendimientos, es interesante plantearse los distintos significados que logran
ciertos términos.
Si un deportista o un equipo pierde un partido, una carrera o
no alcanza la puntuación mínima establecida por un jurado, se habla de derrota o de fracaso de la
actuación. Consideramos que se produjo una derrota porque fue o fueron vencidos en determinado
juego, habría que preguntarse si a pesar
de haber perdido puede decirse que se
fracasó.
La palabra fracaso goza de una mayor generalidad
en la que puede incluirse para determinar si hubo o no fracaso, la rigurosidad de los entrenamientos, la dedicación plena al deporte, la buena
predisposición en el juego, el despliegue de todas las habilidades adquiridas
en la práctica , la correcta
asistencia del entorno
tecnológica y/o humano.
Situaciones que hacen referencia
a lo comentado es lo que pasó en Londres
en Esgrima con la surcoreana Shin
a Lam, con la selección española de waterpolo, con el campeón del mundo y olímpico surcoreano de natación Park
Tae-Hwan, con el gimnasta japonés Kohei Uchimura. Como se observa en los Juegos Olímpicos también se suceden errores
que generan frustración e injusticias. Si tomamos los resultados podemos decir que fueron derrotas, seguramente
no podríamos hablar de fracasos en ninguno de los ejemplos dados.
Fracaso implica un proceso, un
desarrollo de mediano o largo plazo en el tiempo, derrota es un resultado puntual, ambas instancias suman experiencia
y de eso se trata.
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