Cuando
llega el momento del retiro deportivo, un tiempo de “vacío e invierno” invade
la vida de los deportistas. Habrá que considerar que han dedicado décadas al
perfeccionamiento y al juego de su deporte favorito y la noticia del retiro,
tal vez pensada y anticipada, se siente como una bomba que estalla en el
entorno y en su interior.
Aparecen incertidumbres (¿qué me convendrá
hacer? ¿A qué puedo dedicarme con ganas y alegría? ¿Será el tiempo oportuno
para….?) que traen aparejadas inseguridades y por qué no, miedos. Es un momento
de transición y por lo tanto de cambio. Lo anterior ya no está y lo nuevo está
“por venir”. Las decisiones que tome
serán cruciales para su bienestar psíquico y físico.
Cómo a
todo paso que se vive como tumultuoso, sobreviene un período calmo, aquietado,
en el que seguramente el pensamiento y las emociones se centrarán en otros
puntos que no sea sólo lo deportivo.
Surgirá
el hombre, sus necesidades y potencialidades, tal vez nunca consideradas y
satisfechas.
El
deportista necesita, aunque no lo manifieste, sostenes emocionales y afectivos;
también asesoramiento de índole laboral y económico.
Tendrá
que construir su porvenir con un presente contenido y tranquilo.
Desde
Deporvida los acompañamos para atravesar el invierno y disfrutar de una
maravillosa etapa primaveral en su vida.
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