domingo, 15 de julio de 2012

EL RETIRO DEPORTIVO: SU COMPLEJIDAD



Así como en otras instancias laborales la desvinculación está definida por la legislación existente, en el área deportiva el tema se convierte en una zona con límites imprecisos, ambiguos y consecuencias no determinadas fehacientemente.

 
                                        


Dentro del nicho de Deportistas retirados o en Situación de retiro pueden identificarse al menos cuatro grupos:
           
          Los deportistas que por una lesión, deben abandonar definitivamente su práctica   profesional
Este suceso inesperado que se produce de manera abrupta impacta fuertemente en los estados físicos, emocionales, económicos y sociales del deportista. Esta persona no había  contemplado dejar esta actividad en su proyecto de vida y entonces se enfrenta a dos problemáticas: la recuperación de la lesión o aceptación de su patología y el redireccionamiento apremiante de su futuro.
           
           Aquellos que por la edad promedio de retiro, están cercanos a la finalización de su    carrera. (30/35 años) 
Los retiros programados de los profesionales de elite, son los menos comunes. Pocos son los deportistas que consultan o se preparan para afrontar esta etapa .. Suele ocurrir que al quedar “libres”, los jugadores de más de 30 años, sencillamente no reciben ofertas y se retiran “de hecho”. Resulta difícil cuantificar el porcentaje de deportistas en condiciones de retiro, ya que no se cuenta con estadísticas al respecto. Se realizaron consultas al INDEC, CENARD, CAID (Centro Argentino de Investigación Deportiva) y Secretaría de Deporte de la Nación sin resultados positivos sobre el tema.
            
           Los deportistas que recientemente han dejado la práctica profesional.

Aunque no se pueda identificar en primera instancia la causa del retiro (voluntario o involuntario) están atravesando, en soledad, este período crítico sin sostenes ni ayudas  profesionales que lo acompañen en su reinserción socio-laboral.
           
          Los jóvenes que no pueden ascender a instancias de alto rendimiento

          En las divisiones inferiores del futbol se produce un desgranamiento a la edad de 21 a 23 años. Del grupo de  jugadores que están en la cuarta división, algunos pasan a la tercera, otros se colocan en el exterior y otros quedan libres. Estos son los que tienen que cambiar de profesión. En este momento, al final del proceso de inferiores, es cuando los deportistas de tercera división, deben recibir por parte del club una oferta de contrato profesional o quedan libres. Suele suceder que aún en estas condiciones y sin club, el deportista no se considere retirado y siga
entrenando por su cuenta a la espera de una nueva oportunidad (ilusión de permanencia). Transcurrido un tiempo, tal vez se resigne a estar fuera de la competencia deportiva y tome conciencia de que no sabe cómo integrarse al mercado laboral y reinsertarse socialmente.

Socialmente se evidencia una responsabilidad vacante sobre este tema, ¿quiénes tiene que hacerse cargo? ¿Organismos del estado, clubes, federaciones, entidades privadas?

Lo que surge de esta reflexión es que hay mucho por pensar y más por hacer al respecto.


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